20 feb 2012

ODA AL TEATRO PORTÁTIL

El pasado sábado pudimos volver a disfrutar en Murcia de un espectáculo tan emotivo como La casa del abuelo, de la compañía La Rous, espectáculo que pasó por nuestra programación escolar el año 2010, antes de que el Ministerio de Cultura le concediera a la compañía andaluza el Premio Nacional de Teatro Infantil por la valentía y creatividad de Rosa Díaz a la hora de seleccionar los temas que lleva a escena.

Volvimos el sábado pasado pues a la sala pequeña del Teatro Circo donde con recogimiento nos acercamos a la magia del teatro de títeres y objetos para volver a sorprendernos con ese arte de lo pequeño que, con pocos recursos, siempre muy creativos y originales, se hace grande.

El teatro de títeres bebe del teatro de calle, de ese teatro portátil que, ligero de equipaje, permitía y permite al titiritero recorrer geografías mostrando su trabajo.

La creatividad y la belleza del teatro portátil ha inspirado igualmente a las compañías que buscan en lo pequeño la sorpresa, el juego y la emoción a través de sutiles mecanismos. Quizá por ello consigue siempre tocarnos el corazón.

Una prueba de todo ello la encontramos en la pasada edición en El oso que no lo era, de la compañía mexicana Carlos Converso, compañía que llegó al festival Titeremurcia directamente desde México con dos maletas y sin exceso de equipaje.


La creatividad y el arte de lo pequeño es lo que nos mueve ya para organizar la edición de Titeremurcia de este año 2012.